Capítulo 14. La polilla
En honor a mi hermana escribo este post, ella se decidió por el número 14 pero este realidad este es un número que tiene algunos meses apareciendo constantemente en mi vida, trayéndome un mensaje de mis ángeles y el universo.
Dentro de mis actividades viviendo en Londres, una de mis actividades preferidas es caminar kilómetros y kilómetros por lugares que me permiten fotografiar instantes que se quedan en mi mente manifestando mi realidad.
En cada caminata resaltan las monedas que llevo años encontrando, es raro el día que no encuentro dinero en la calle, simplemente espectacular.
Un buen 18 de octubre salí a dar un pequeño paseo entre lluvia y viento impredecible, no encontré una moneda pero llamo mi atención al costado de la acera una polilla, cuerpo naranja y alas grises, algo me dijo que ese no era lugar para una polilla aunque realmente no se cual es el lugar indicado para ellas, le acerque una rama que encontré tirado con la intención de que se subiera para ponerla segura en algún lugar.
Se subió! Para mi sorpresa y con toda confianza subió y me dejo llevarla, lo cual no duró más de 3 segundos cuando el viento la derribó hacia el concreto, le ofrecí de nuevo la rama y me sorprendió que volvió a confiar en mi aunque fracase en ponerla segura la primera vez.
Me di cuenta que no sabía realmente cuál era el lugar de ella, estaba a un minuto de Hyde Park pero ya había entendido que no duraría mas de 3 segundos sobre la rama y aún así no sabía dónde en el parque sería un lugar seguro para ella.
Decidí dejarla junto con la rama en la entrada de una casa, se quedó subiendo y bajando por la rama, segura.
Esta experiencia desató un hilo de pensamiento sobre la confianza, la confianza de la polilla en mi, la confianza que yo tengo en el universo.
Ella sólo decidió confiar en la salida que le ofrecí, salió volando y decidió confiar de nuevo al subirse a la rama, continúo en el proceso hasta que logre ponerla segura.
Entre las ramas de la mente me imagino a mi llenándome de paz y pensamientos de reafirmación en que todo está resuelto y que cualquier cosa que necesite me será proveída, que siempre se abre un camino para mi, que siempre hay una idea que resuelve aquello que me preocupa, yo solo tengo que confiar como la polilla, confiar en el proceso de que estoy siendo llevada a un lugar seguro.