Detenerse un momento, a veces es buena idea, andar sin prisa, detenerse a observar las oportunidades que se presentan y poner atención en aquello que ofrecen qué tal vez no está a simple vista.

Date la oportunidad de detenerte, de retroceder y de volver a empezar si es necesario.

Permite que se abra un nuevo camino y si para eso tienes que retroceder en la Y de las sendas para tomar la otra dirección, hazlo, retrocede sin miedo, permítete encontrar lo bueno que la vida tiene para ti.